Reseña: No soy un monstruo de Carme Chaparro

Título: No soy un monstruo

Autor/a: Carme Chaparro 

Editorial: Espasa

Libro: 1/1

Género: Thriller - Misterio

Páginas: 331

Precio: $298

Si hay algo peor que una pesadilla es que esa pesadilla se repita. Y entre nuestros peores sueños, los de todos, pocos producen más angustia que un niño desaparezca sin dejar rastro.

Eso es precisamente lo que ocurre al principio de esta novela: en un centro comercial, en medio del bullicio de una tarde de compras, un depredador acecha, eligiendo la presa que está a punto de arrebatar. Esas pocas líneas, esos minutos de espera, serán los últimos instantes de paz para los protagonistas de una historia a la que los calificativos comunes, «trepidante», «imposible de soltar», «sorprendente», le quedan cortos, muy cortos.

Porque lo que hace Carme Chaparro en No soy un monstruo, su primera novela, es llevar al límite a sus personajes y a sus lectores. Y ni ellos ni nosotros saldremos indemnes de esta prueba. Compruébenlo.

Este libro trata de la desaparición de un niño de 4 años que fue secuestrado en un centro comercial, y que deja durante años a una familia destrozada y a la policía en un callejón sin salida. Dos años después de este hecho, otro pequeño de 4 años fue robado a su mamá en el mismo lugar y sin dejar ninguna pista. Todos creen estar de nuevo detrás del mismo secuestrador que tras años de haber estado escondido, decide volver a las andadas.

El libro está escrito en capítulos y cada uno de ellos es contado por diferentes personas que están implicadas en la historia. Así, principalmente, tenemos a Ana que es la inspectora jefa de la policía que se encarga de la desaparición de los pequeños, y a Inés, escritora, periodista y amiga de Ana, quien se encarga de contar en las noticias todos los detalles y novedades del caso, y así poder tener las exclusivas.

Había leído en otras reseñas que algunos capítulo estaban de más y que hacían desviar el foco de la historia central, pero yo no puedo estar más en desacuerdo con eso. Cada historia que nos cuenta Carme sobre la vida y el pasado de los personajes, nos lleva a conectar más con cada uno de ellos, a conocerlos más a fondo y también a entender otros aspectos que se van sucediendo en el desarrollo la historia.

La lectura es muy rápida. La forma en que Carme ha escrito este libro, te hace no querer solarlo nunca y cada vez ir descubriendo más dramas y enredos, haciéndote desconfiar de todos y esperando poder conocer al fin la identidad del secuestrador y que ocurre con los niños desaparecidos.

Lo mejor de todo, fue el giro que da la historia sobre el final del libro. Creo que ningún lector se esperaba algo así y eso suma muchísimo en un libro de misterio, ya que no hay nada más aburrido que descubrir el final incluso antes de terminar la lectura.

En fin, recomiendo muchísimo este libro a quienes les gusten las historias de drama y misterio. Historias nada predecibles que al final te terminan dejando con la boca abierta.